14. KORRIKA: IMH ere bai
Acompañados del buen tiempo, el pasado 18 de marzo las calles de Elgoibar disfrutaron de un ambiente excelente a favor del euskara. Una representación del IMH participó también con KORRIKA.
Os proponemos la lectura de una bonita reflexión escrita por un estudiante de AEK, que nos la ha pasado su profesor.
... El idioma de nuestro pueblo, desde siempre lo hemos tenido tan cerca y a la vez tan lejano, palabras oídas desde la infancia que nos parecían incomprensibles.
Las canciones de nuestros cantantes, los retos de nuestros bertsolaris, lo cotidiano, lo visto y oído amenudo, lo que nuestros oídos no sabían comprender. ¡Cuántas cosas se nos habrán quedado en el camino, pensando que aprender euskara resulta imposible!
A pesar de que al principio nos pareciera imposible aprender euskara, nos apuntamos al euskaltegi, y poco a poco... naiz, poco a poco... dut, poco a poco, poco a poco... diot. Para cuando nos dimos cuenta ya hablabamos a lo indio con nuestros compañeros de clase. ¡Qué alegría la que se reflejaba en nuestras caras!
Luego empezamos a entender los versos, cogiendo sentido a las palabras que oíamos de siempre, y lo que es más ilusionante, pedíamos a nuestros amigos euskaldunes que hablaran con nosotros en euskara y que no dejaran de hablar su idioma materno al estar nosotros presentes, cosa que por respeto hacían hasta ahora.
Lentamente se nos abre un nuevo mundo, poco a poco reencontramos nuestro antiguo idioma, y nos damos cuenta que es un idioma actual, y que también nosotros podemos vivir en euskara.
No sabemos cómo será el futuro del euskara, pero sí sabemos como puede ser el nuestro, por mantener una actitud positiva con el euskara, porque se nos está abriendo un nuevo mundo a los euskaldunberris y porque también en nosotros se basa la pervivencia del euskara.
Por ello, ¡dejemos de avergonzarnos! Porque para aprender un idioma tendremos que meter la mata y mucho, caminando se aprende a andar y chapurreando se aprende a hablar. Porque es bastante más vergonzoso quien se queda sin descubrir por vergüenza, porque da mucha más satisfacción lo que se aprende cuando se intenta.
Los que estamos en un Euskaltegi podemos decir ya: ¡¡Nosotros también!!
